Cuidado de las botas

Con tantas opciones de botas durante la temporada de clima frío, invertir en un par resistente no solo mejora tu estilo, sino que también protege tu camino contra los elementos. Desde cuero de primera calidad hecho a mano hasta diseños de calidad media e inferior, el cuidado adecuado es clave para preservar su vida útil. Realice un curso intensivo con nuestra hoja de trucos para el cuidado de las botas que le ayudará a conquistar su paseo bajo la lluvia, el aguanieve y la nieve.

Nota del editor: Lo siguiente se aplica a las botas de cuero de uso diario, no a las punteras de acero ni a la ropa de construcción.

1. Familiarizarse adecuadamente

Para mantener tus botas en óptimas condiciones, necesitas saber en qué tipo de cuero están confeccionadas para adquirir los productos de soporte. Las suelas se pueden reemplazar, las costuras se pueden rehacer, pero si la parte superior se seca y se agrieta, la reparación es escasa o nula. Si su compra provino de un minorista independiente/especializado, es probable que obtengan muchos conocimientos sobre el producto (en persona o en su sitio web). De lo contrario, verifique las etiquetas (que a menudo se encuentran en la lengüeta interna) y/o busque su estilo en línea para conocer el contenido del material.

 

2. La impermeabilización es imprescindible

Incluso si son nuevas y están pretratadas, impermeabilizar las botas es un paso crucial desde el primer uso. Dependiendo del acabado (los tratamientos curtidos con aceite necesitan un recubrimiento a base de aceite, mientras que el cuero curtido al cromo necesita una cera para botas). Utilice un paño suave para distribuir el producto uniformemente en el cuero. Durante el uso diario, si notas que tus botas comienzan a absorber agua, ¡repite!

3. El mantenimiento vale la pena

Aunque evitar la lluvia o la nieve es ideal, no es realista. Para evitar que se formen manchas y líneas de sal, actúe lo antes posible una vez que esté en el interior. Limpia las manchas de tus botas con un paño húmedo (o un cepillo de cerdas suaves) junto con un limpiador diseñado específicamente para cuero para ayudar a eliminar la suciedad. Asegúrese de hacer esto antes de agregar cualquier esmalte o acondicionador. Si se trata estrictamente de manchas de sal, reemplace el limpiador con vinagre y frote suavemente la mancha; luego vuelva a aplicar las áreas sin vinagre usando solo un paño limpio y húmedo.

 

4. Séllalo con cuidado

Tus botas han cubierto algo de terreno y ahora que están todas limpias merecen un poco más de amor. La aplicación de un acondicionador para cuero con un paño suave mantiene el cuero suave, flexible y continúa ayudando con la resistencia al agua. Dependiendo de su entorno y de la cantidad de desgaste, limpiarlos y acondicionarlos cada pocas semanas debería ser una buena práctica. Una vez acondicionadas, deja que tus botas se sequen naturalmente (evitando largos períodos de luz solar directa) y luego limpia el exceso de acondicionador.

Ahora que han dominado lo básico, ustedes dos deberían tener una vida larga y saludable por delante. Sea amable con sus botas y, a cambio, ellas se mantendrán firmes.

Fotos cortesía de Botas de casco

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