La verdadera razón por la que los hombres se dejan crecer la barba

Bueno, sabemos por qué nos dejamos crecer la barba: porque son increíbles. Pero según Daily Mail, hay razones más profundas detrás de nuestra afinidad por el vello facial.

Según el artículo, los nuevos hallazgos de un estudio publicado por Nigel Barber encontraron que "en tiempos en que una mayor proporción de hombres solteros competían por menos mujeres, las barbas y los bigotes se pusieron más de moda".

¿Pero por qué?

“Si bien algunos estudios han encontrado que a las mujeres les gusta un poco o incluso mucho vello facial en los hombres, otros estudios han informado que prefieren el aspecto [completamente] afeitado. La falta de evidencia consistente significa que no podemos concluir que las barbas evolucionaron porque las mujeres se sintieron atraídas por ellas. Por lo tanto, los investigadores han sugerido que un segundo tipo de selección sexual puede contener la respuesta”.

Entonces, si bien algunos hombres y mujeres se sienten aparentemente atraídos por la barba, también hay factores primarios y subconscientes en juego que evalúan y toman decisiones sobre la barba.

“Para reproducirse, a menudo no basta simplemente con ser atractivo: también hay que competir con personas del mismo sexo por las oportunidades de apareamiento. De lo contrario, el chico divertido y tímido al fondo de la barra no tendrá ninguna posibilidad de competir con sus hermanos más atrevidos. Y hay evidencia de que la barba evolucionó para ayudar a los hombres a hacer precisamente eso.

La capacidad de un hombre para dejarse crecer una barba abundante en realidad no está claramente relacionada con sus niveles de testosterona. A pesar de esto, varios estudios han sugerido que tanto hombres como mujeres perciben a los hombres con barba como mayores, más fuertes y más agresivos que otros. Y los hombres dominantes pueden obtener más oportunidades de apareamiento intimidando a sus rivales para que se hagan a un lado”.

Ahí lo tienes: nos demos cuenta o no, nuestra barba nos da un pequeño impulso de confianza y nos hace sentir más dominantes. ¿No es divertida la ciencia?